Ya se acabo la dichosa fiesta del cine, con la cual he podido arrascar cuatro títulos de la cartelera. El último de ellos el de anoche: Robin Hood de Ridley Scott.
Para empezar deciros que de las cuatro películas que he visto en cine los últimos cinco días, esta era la que menos interés me suscitaba, ya que pensaba que me iba a encontrar con la misma historio contada en tantísimas ocasiones sobre el renegado Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres... pero cuan equivocado estaba.
Junto a Kick Ass ha sido la segunda película que más me ha gustado del paquete (El Príncipe de Persia no está mal pero The Crazies, me ha decepcionado enormemente), ya sea por la forma de contar la historia, por sus dos principales protagonistas que bordan sus papeles o porque como viene siendo habitual, Ridley Scott sabe cómo hacer una película de verdad.
Para empezar deciros que de las cuatro películas que he visto en cine los últimos cinco días, esta era la que menos interés me suscitaba, ya que pensaba que me iba a encontrar con la misma historio contada en tantísimas ocasiones sobre el renegado Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres... pero cuan equivocado estaba.
Junto a Kick Ass ha sido la segunda película que más me ha gustado del paquete (El Príncipe de Persia no está mal pero The Crazies, me ha decepcionado enormemente), ya sea por la forma de contar la historia, por sus dos principales protagonistas que bordan sus papeles o porque como viene siendo habitual, Ridley Scott sabe cómo hacer una película de verdad.
Robin Hood, se presenta al principio como una historia muy diferente a la que conocemos. Sus personajes nos son familiares, pero nunca se nos había contado la historia de esta manera, que sinceramente no sé si tiene alguna valía a nivel puramente histórico.
Ricardo Corazón de León, lleva siete años enfrascado en su cruzada contra el enemigo islámico. Siete años en los que su pueblo ha tenido que entregar sus pertenencias en pos de mantener su ejército. De camino de a Inglaterra, el rey bretón ha declarado la guerra a Francia, para a medida que avanza saquear todo cuanto pueda, de manera de que cuando vuelva a su tierra, él y sus nobles hayan ganado cierta riqueza.
A su vez, su hermano Juan, quien actualmente ostenta un titulo menor como príncipe, está dispuesto a forjar alianzas con Francia, con tal de obtener la corona de Inglaterra. Es ahí donde entra Sir Godfrey (Mark Strong), un antiguo amigo del príncipe Juan, que a las órdenes de este, pretende acabar con la vida del rey Ricardo, forjando una extraña y siniestra alianza con el rey Felipe de Francia.
En plena batalla Ricardo muere, y la corona es enviada a casa con su hombre de confianza, Sir Robert de Loxley, el cual muere en una emboscada destinada a acabar con el rey, y que para sorpresa de sus atacantes, el trabajo ya está hecho. Mientras esto sucede, cuatro soldados desertores del ejército británico, observan todo e intervienen haciendo huir a los agresores y descubriendo que su destino está a punto de cambiar. Robin de Longstride, ayuda a Robert de Loxley, el cual le hace prometer que llevara su arma hasta su pueblo, devolviéndosela a su padre.
Aprovechando la oportunidad Robin, y sus tres compañeros regresan a Inglaterra con la corona y una vez que se dirijan a cumplir con su promesa descubrirán que Loxley es una tierra castigada donde su señora Lady Marian, robara el corazón del protagonista.
Pronto las alianzas con los franceses se convertirán en un intento de invasión que hará que el rey, los nobles y Robin tengan que decidir cual será su papel.
Aunque resumida rápidamente y sin ahondar en detalles, esta versión de Robin Hood dirigida por Ridley Scott, y magistralmente interpretada por Russell Crowe y Cate Blanchett es una historia profunda sobre las conspiraciones políticas y la soberanía de los reyes de la época.
Con escenas de acción realmente espectaculares, Robin Hood puede presumir de tener las localizaciones más impresionantes que he visto en mucho tiempo, con bosques, playas, cerros y montañas que no lucían tan bien en pantalla desde El Señor de los Anillos.
La música es excelente, con arreglos musicales de temas conocidos, pero interpretados con instrumentos que las hace sonar primitivas.
Realmente la historia me ha sorprendido, dando una visión muy distinta del Robin Hood que todos conocemos, que sinceramente te hace volver a apreciar al personaje. Su forma de contar la historia, con un contexto que puede resultar tan verídico como el que mas, los personajes tan humanos (esta Lady Marian resulta totalmente distinta a cualquier otra encarnación del personaje) y una puesta en escena tan espectacular como creíble hacen del filme una verdadera joya que adolece quizás de estar a la sombra de otras producciones como Gladiator.
Ricardo Corazón de León, lleva siete años enfrascado en su cruzada contra el enemigo islámico. Siete años en los que su pueblo ha tenido que entregar sus pertenencias en pos de mantener su ejército. De camino de a Inglaterra, el rey bretón ha declarado la guerra a Francia, para a medida que avanza saquear todo cuanto pueda, de manera de que cuando vuelva a su tierra, él y sus nobles hayan ganado cierta riqueza.
A su vez, su hermano Juan, quien actualmente ostenta un titulo menor como príncipe, está dispuesto a forjar alianzas con Francia, con tal de obtener la corona de Inglaterra. Es ahí donde entra Sir Godfrey (Mark Strong), un antiguo amigo del príncipe Juan, que a las órdenes de este, pretende acabar con la vida del rey Ricardo, forjando una extraña y siniestra alianza con el rey Felipe de Francia.
En plena batalla Ricardo muere, y la corona es enviada a casa con su hombre de confianza, Sir Robert de Loxley, el cual muere en una emboscada destinada a acabar con el rey, y que para sorpresa de sus atacantes, el trabajo ya está hecho. Mientras esto sucede, cuatro soldados desertores del ejército británico, observan todo e intervienen haciendo huir a los agresores y descubriendo que su destino está a punto de cambiar. Robin de Longstride, ayuda a Robert de Loxley, el cual le hace prometer que llevara su arma hasta su pueblo, devolviéndosela a su padre.
Aprovechando la oportunidad Robin, y sus tres compañeros regresan a Inglaterra con la corona y una vez que se dirijan a cumplir con su promesa descubrirán que Loxley es una tierra castigada donde su señora Lady Marian, robara el corazón del protagonista.Pronto las alianzas con los franceses se convertirán en un intento de invasión que hará que el rey, los nobles y Robin tengan que decidir cual será su papel.
Aunque resumida rápidamente y sin ahondar en detalles, esta versión de Robin Hood dirigida por Ridley Scott, y magistralmente interpretada por Russell Crowe y Cate Blanchett es una historia profunda sobre las conspiraciones políticas y la soberanía de los reyes de la época.
Con escenas de acción realmente espectaculares, Robin Hood puede presumir de tener las localizaciones más impresionantes que he visto en mucho tiempo, con bosques, playas, cerros y montañas que no lucían tan bien en pantalla desde El Señor de los Anillos.
La música es excelente, con arreglos musicales de temas conocidos, pero interpretados con instrumentos que las hace sonar primitivas.
Realmente la historia me ha sorprendido, dando una visión muy distinta del Robin Hood que todos conocemos, que sinceramente te hace volver a apreciar al personaje. Su forma de contar la historia, con un contexto que puede resultar tan verídico como el que mas, los personajes tan humanos (esta Lady Marian resulta totalmente distinta a cualquier otra encarnación del personaje) y una puesta en escena tan espectacular como creíble hacen del filme una verdadera joya que adolece quizás de estar a la sombra de otras producciones como Gladiator.
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