
Tony Stark ya era un hombre famoso, pero tras los sucesos de la primera parte y debido a su relación con el héroe de hierro su fama ha crecido hasta niveles insólitos. Aunque todo podría parecer favorable, Tony está siendo presionado por el gobierno para que comparta su tecnología de trajes/armaduras unipersonales con el ejercito de los Estados Unidos y finalmente decide revelar que el es Iron Man y que mientras actúe como tal, el mundo no tiene nada que temer.
En otro frente distinto al de las guerras políticas y empresariales, Tony Stark va viendo como cada vez tiene su sangre más contaminada de metal (debido a un trozo de metralla que recibió en la primera película) y no encuentra solución a dicho problema que puede costarle la vida. Intentando apurar lo que él cree que son sus últimos momentos, nuestro millonario protagonista se verá atacado por un nuevo villano armado con un prototipo de armadura y dos látigos de energía.
A grandes rasgos ese es el argumento de la secuela dirigida por Jon Favreu y que cumple en todo momento con lo que me esperaba. Alejándose del cine metralleta, Iron Man 2 profun
diza en el personaje de Tony Stark y hace avanzar la trama con un ritmo, que aunque para algunos pueda parecer lento, es realmente correcto. Las escenas de acción están perfectamente realizadas, y vemos como el director sin querer hacer de ellas su punto central ha conseguido equilibrarlas de la forma más indicada. Batallas como la ultima, el mano a mano entre Iron Man y Maquina de Guerra, cuentan con una puesta en escena genial y con guiños al cine de artes marciales (el combate se realiza en un dojo y un jardin zen, con hojas de cerezo cayendo como en las mejores películas de samuráis).
Las armaduras, sin resultar tan realistas como en la primera parte, cumplen con la idea que cualquier lector de comic podría esperar y los efectos especiales (de la mano de Industrias Light & Magic) harán las delicias de los espectadores.
Las actuaciones son adecuadas, tanto Robert Downey Junior como Mickey Rourke (los dos verdaderos protagonistas) hacen valer a sus personajes, y otros secundarios como Sam Rockwell (no tan secundario) o Don Cheadle cumplen con creces su objetivo. La duda que teníamos con el papel que haría Scarlett Johansson se ha desvelado con una interpretación muy digna de un personaje de acción como el que interpreta y que en estos momentos se rumorea le puede conseguir una película propia de dicho personaje.
A grandes rasgos ese es el argumento de la secuela dirigida por Jon Favreu y que cumple en todo momento con lo que me esperaba. Alejándose del cine metralleta, Iron Man 2 profun

Las armaduras, sin resultar tan realistas como en la primera parte, cumplen con la idea que cualquier lector de comic podría esperar y los efectos especiales (de la mano de Industrias Light & Magic) harán las delicias de los espectadores.
Las actuaciones son adecuadas, tanto Robert Downey Junior como Mickey Rourke (los dos verdaderos protagonistas) hacen valer a sus personajes, y otros secundarios como Sam Rockwell (no tan secundario) o Don Cheadle cumplen con creces su objetivo. La duda que teníamos con el papel que haría Scarlett Johansson se ha desvelado con una interpretación muy digna de un personaje de acción como el que interpreta y que en estos momentos se rumorea le puede conseguir una película propia de dicho personaje.


Por lo demás el film es totalmente recomendable, tanto para fans de los comics, como para quienes quieran disfrutar de una película entretenida y bien hecha.
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